Después de varias semanas en Managua he regresado a Francia. Entre las muchas cosas que hice en Nicaragua tuve la oportunidad de almorzar con el Dr. Orlando Núñez Soto, quien gentilmente me obsequió su último libro titulado La Revolución Rojinegra.
A continuación transcribo un fragmento de la sección "El Regreso del FSLN" (página 241-242):
" El regreso al poder por parte del FSLN implicaba la posibilidad de continuar con las tareas inconclusas de la revolución de los años 80. En otras palabras continuar con la revolución. Alguna gente se pregunta si es pertinente seguir hablando de revolución, cuando la lucha se desarrolla en el marco de la democracia representativa y en el contexto de mercado.
No hay duda de que el gobierno sandinista actual es una continuidad del proceso revolucionario anterior. Claro está que no se trata de repetir las tareas concluidas en aquellos procesos, como es la expulsión de las tropas gringas y la derrota de la dictadura militar somocista, puesto que ambas tareas ya se finalizaron.
La victoria del Frente Sandinista significa en primer lugar, la contención del neoliberalismo y el fin de las medidas neoliberales.
En segundo lugar, significa conquistar la soberanía frente al injerencismo estadounidense y europeo, enrumbándolo por la senda de la unidad latinoamericana.
En tercer lugar, la construcción del poder ciudadano, con el fin de que la ciudadanía puda restituir sus derechos, precisamente conculcados por el neoliberalismo, como es el derecho a la educación, la salud, el crédito, entre otros; la construcción del poder ciudadano significa además la posibilidad de revolucionar la democracia representativa, superando sus limitacione a través de la democracia directa.
En cuarto lugar, pero no menos importante, significa la organización asociativa y autogestionaria de los trabajadores y de los pequeños y medianos productores, a través de cooperativas y federaciones de mayor evergadura, con el fin de recuperar los excedentes que el mercado les drena y de participar cada vez más en la gestión del Estado y de la economía.
Creemos que estos cuatro elementos, entre otros, son suficientes para hablar de lucha revolucionaria en cualquier país de América Latina o del Tercer Mundo."